FÁBULA DEL CERO

 FÁBULA DEL CERO

El Cero nos enseña que un elemento aislado y sin ningún valor uniéndose a un conjunto puede llegar a tener un valor astronómico. 

   El Cero solo requiere de un número a la izquierda para obtener valor o si uno o más ceros se incluyen a la derecha de un número éste   se multiplicará por diez, cien, mil... hasta el infinito.

   El Cero nos da a los seres humanos muchas enseñanzas: Su gran humildad, entre los números de la serie generalmente se pone después del 9, al último. Su capacidad para trabajar en equipo, combina con todos los números y redondea cifras. Su productividad en el equipo, pues aumenta con su presencia un gran valor al número. Su contradicción, ya que simboliza la nada, el vacío; pero al mismo tiempo es la base de sistemas de numeración antiguos y modernos y hoy potenciados para realizar cálculos complejos. 

Su paciencia, cuando está solo y aislado y sin ningún valor sabe esperar pacientemente que se le dé la oportunidad de dar su generoso aporte. Su autoestima y esperanza, él sabe que en esencia tiene un gran valor cuando está en equipo y por eso espera con calma su turno, que sabe que llegará porque la serie de números lo busca para combinarse y añadir su valor. 

Su capacidad de dar ya que es incansable en su permanente aporte a la serie de números, siempre está aportando en las pequeñas cifras del hombre sencillo o en las enormes cifras de los grandes Estados del mundo. Su capacidad estoica para resistir los ataques de los malvados: «Cero patatero», «Cero adefesiero», «Cero huevero»... Estas burlas las resiste con coraje porque sabe que luego cuando está incluido en un conjunto, por ejemplo, en un millón (1000000), él está incluido seis veces, en un billón, él está incluido doce veces. Entonces piensa para sus adentros: «Cuando el cielo da lo hace a manos llenas».

 Su capacidad de irradiar simpatía, pues el cero refleja una magia porque a toda la gente le gusta redondear una cifra con cero. También el Cero tiene un aspecto enigmático, si se le multiplica y divide por cualquier otro número automáticamente se convierte en Cero: (0 x 1000= 0) o (0/1000 = 0). Y si se eleva un número cualquiera a la potencia Cero siempre dará 1, que es uno de los grandes amigos del Cero en los modernos  sistemas binarios de las computadoras, de los sistemas informáticos, de los sistemas electrónicos, etc.

   De todos los números el Cero es el que más se parece a los seres humanos, pues sabe de la humildad, del trabajo, de la contradicción, de la burla, de la simpatía, de la autoestima, de la derrota, de la paciencia, del adelanto, de la superación, de la magia, de la esperanza y también de la victoria.

Otoño, 2023.

NMS

Ilustración de Martín Vite Bautista

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