1. PRESENTACIÓN
El presente número reafirma nuestro compromiso de amor y lucha por preservar sana a nuestra Madre Naturaleza.
El presente número reafirma nuestro compromiso de amor y lucha por preservar sana a nuestra Madre Naturaleza.
PROMITIO
Cuando en mayo de 2011 la juventud española llenó de campamentos las plazas clamando justicia social, concebí aquel movimiento como un Río cristalino e impetuoso de transformación. En cambio, a las voces retrógradas que se oponían al cambio las vi como a un viejo Saltamontes empeñado en detener la marcha de la historia.
A partir de estas dos imágenes nació la presente fábula.
Cuando el Río llegó rebosante de fuerza y hermosura, arrastrando la podredumbre de su cauce, hombres, mujeres, niños y pájaros salieron a aclamarlo por su bondad.
Solo un viejo Saltamontes, que a duras penas se arrastraba para no ser arrastrado por la corriente, gritó con voz débil:
—¡Detente, Río! ¡Detente, Río!
Pero el Río, impetuoso, siguió su marcha incontenible, dando vida y esplendor.
El Saltamontes, histérico, pataleaba en la orilla repitiendo su cantaleta —aunque solo él se escuchaba—:
—¡Detente, Río! ¡Detente, Río!
El Río creció y creció hasta volverse majestuoso, mientras el Saltamontes, agotado y senil, quedó desfallecido, con los ojos desorbitados.
Una inmensa y generosa Mariposa lo rescató y, tras salvarle la vida, lo reprendió por su necedad.
Moraleja

