EL HOMBRE QUE PENSANDO
SE QUEDABA DORMIDO (*)
A mi entrañable amigo Antonito.
EL HOMBRE QUERÍA DESENTRAÑAR los misterios del
mundo. ¿Cómo se formó el universo? ¿Cómo surgió la vida?
¿Había un Dios?
El hombre hacía sus diarias faenas y cuando salía
del trabajo se ponía a pensar sobre las grandes
incógnitas; pero cuando profundizaba en aquellas
inmensidades, se quedaba dormido.
El hombre pensador fue a consultar a un sabio
sobre lo que le acontecía. El sabio comprensivo
le dijo: "Te felicito, hermano, porque ocupas tu mente
en tratar de descifrar tan altas interrogantes. Lo que
haces es meritorio, sigue adelante con esa práctica
de sabios. Por ahora dedícate a pensar y estudiar
sobre problemas concretos de la vida, y así poco a
poco irás entrenando tu mente para pensar sobre
cosas más complejas".
Le persuadió diciéndole:
¡SÓLO UN DIESTRO EN NADAR
SE ARROJA SERENO
AL FONDO DEL MAR!
(*) Del libro La Gota de Agua en la Roca.
Alcalá de Henares, primavera de 2018.
NMS.
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