EL AVESTRUZ Y EL COLIBRÍ
PROMITIO O PRÓLOGO—Ven a caminar junto a mí —dijo el gigante Avestruz al diminuto Colibrí.
—Eso no es posible, mi querido señor —respondió el alígero Colibrí.
—¿Por qué no puedes?
—Porque podría terminar aplastado por sus inmensas patas. Desde su altura, usted no me podría ver.
—¿Cómo crees, pedazo de animalito, que te voy a pisar? ¿Me crees ciego?
—No es eso, señor, sino que por casualidad podría ocurrir, y un pisotón suyo sería muerte segura para mí.
—¡Entonces, pedazo de renacuajo, no quieres caminar conmigo! —gritó histérico el Avestruz.
—Sería una insensatez de mi parte, señor, exponer mi vida de esa manera —respondió con calma el Colibrí.
—¡Para mí es una ofensa que me rechaces y no quieras caminar conmigo! ¡No acepto tus disculpas!
—Mayor razón tengo ahora, señor, para no aceptar su invitación, ya que no entiende razones. Mi actitud ha sido prudente al mantenerme a distancia; pues si no me mataba con sus patas, lo haría con su pico. Adiós.
Epimitio o Moraleja
¡Hay que estar alerta
de los malvados,
para no ser presa
de sus maltratos!
¡Cuando un rico y poderoso
pretende manchar tu dignidad,
rompe el abrazo del oso
con ingenio y honestidad!
(Del libro La Gota de Agua en la Roca.)*
Alcalá de Henares, primavera de 2018.
NMS
—Ven a caminar junto a mí —dijo el gigante Avestruz al diminuto Colibrí.
—Eso no es posible, mi querido señor —respondió el alígero Colibrí.
—¿Por qué no puedes?
—Porque podría terminar aplastado por sus inmensas patas. Desde su altura, usted no me podría ver.
—¿Cómo crees, pedazo de animalito, que te voy a pisar? ¿Me crees ciego?
—No es eso, señor, sino que por casualidad podría ocurrir, y un pisotón suyo sería muerte segura para mí.
—¡Entonces, pedazo de renacuajo, no quieres caminar conmigo! —gritó histérico el Avestruz.
—Sería una insensatez de mi parte, señor, exponer mi vida de esa manera —respondió con calma el Colibrí.
—¡Para mí es una ofensa que me rechaces y no quieras caminar conmigo! ¡No acepto tus disculpas!
—Mayor razón tengo ahora, señor, para no aceptar su invitación, ya que no entiende razones. Mi actitud ha sido prudente al mantenerme a distancia; pues si no me mataba con sus patas, lo haría con su pico. Adiós.
Epimitio o Moraleja
¡Hay que estar alerta
de los malvados,
para no ser presa
de sus maltratos!
¡Cuando un rico y poderoso
pretende manchar tu dignidad,
rompe el abrazo del oso
con ingenio y honestidad!
(Del libro La Gota de Agua en la Roca.)*
Alcalá de Henares, primavera de 2018.
NMS


16:37
nicolas masias
