EL
DERECHO A LA VIDA
El virus apareció como una
sombra y proyectó su negra oscuridad sobre China y luego desparramó sus
tinieblas por el mundo entero. El gobierno chino cerca al enemigo invisible, lo
estudia y comunica que es una variedad de coronavirus, bautizado con COVID-19
por la Organización Mundial de la Salud. Moviliza todo su aparato monolítico y
en tiempo récord construye 14 hospitales provisionales para atender a los
infectados, que son tratados con un medicamento elaborado por científicos
cubanos. Y en menos de tres meses logran controlar al Covid-19.
El virus ya vuela por toda la tierra.
Ahora su puntería la dirige contra la desarrollada y rica Europa. Se ensaña con Italia, luego con
España y Francia, infectando y matando a miles de personas de todos los sexos y
edades.
Ante la virulencia del microbio la alarma es
mundial y la confusión de los gobiernos es grande, es en estas circunstancias
en que el gobierno cubano se erige como uno paladín de la solidaridad al enviar
a distintos puntos del planeta a su “ejército de batas blancas”, compuesto por
médicos y enfermeros. Cuba no discrimina si son países pobres o ricos, amigos o adversarios.
Sabemos que los gobernantes conscientes
están haciendo lo imposible ante un enemigo desconocido; pero tenemos que
señalar la insensatez del gobierno de EE.UU. en subestimar al virus y actuar
con soberbia exponiendo al peligro a su gran población.
Nos preguntamos:
¿Cómo un microbio ha humillado a las
potencias del orbe, las que se creen todopoderosas con sus armas nucleares y
otras muy sofisticadas? ¿Cuántos millones de millones de dólares mueve la
industria de la guerra para matar? Queda al descubierto el poco presupuesto que
se le asigna a la medicina, a la investigación, a la sanidad pública, porque
poco les interesa a los que dirigen el mundo la vida de la humanidad. ¿Qué
país, qué grupo económico descubrirá la vacuna contra el Covid-19? ¿La pondrá
al servicio de la humanidad como el gobierno cubano o la usará para
astronómicas ganancias…?
¿Qué
pasará si el maldito microbio lanza su feroz embestida de muerte contra nuestra
África, contra nuestra amada América Latina u otros pueblos oprimidos del mundo
sin recursos y con una sanidad pública raquítica?
Los gobiernos de estos países deben
solventar la emergencia poniendo bajo su control todos los recursos del Estado:
ejército, marina, aviación, policía, ministerios, entidades públicas. Bajo su
control todas las empresas privadas médicas, de alimentos, cooperativas;
empresas de producción, que demande la emergencia; etcétera. Exigencia a los
grupos de poder económico donaciones para sanidad pública y alimentos. Exigencia
a la iglesia católica y demás sectas religiosas pongan sus locales,
infraestructuras al servicio de la comunidad. Exigencia a la iglesia católica ceda
parte de su inmensa fortuna a los pueblos pobres del mundo para cubrir la
emergencia; etcétera. Los gobiernos deben garantizar la seguridad y manutención
de toda la población, poniendo el foco en los sectores más necesitados.
Si los gobiernos de estos países no actúan con firmeza los pueblos las harán
cumplir apelando a un artículo fundamental de todas las Constituciones
Políticas del mundo:
¡EL DERECHO A LA VIDA!
¡PERSISTIR Y RESISTIR!
Nota:
Publicado en el Facebook de NMS el 30 de marzo de 2020
Ilustración de Martín Vite Bautista
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