Los
Hombres se miraron es un cuento fantástico, pero entronca profundamente con
la realidad. Está estructurado en tres breves capítulos y cuestiona
estratégicamente la Propiedad Privada como causante de los grandes males de la
humanidad. Este mal en su desarrollo ha causado la guerra nuclear entre
potencias hegemónicas, comprometiendo al mundo entero. Los responsables de esta
hecatombe no han podido controlar la radioactividad que contamina al planeta y
huyen al espacio.
Los sobrevivientes, hombres extraordinarios
que hay en las diferentes partes del mundo, se plantean curar la tierra y
reconstruir la humanidad sin el pecado capital de la Propiedad Privada. Los
Espíritus Celestes se han conmovido de estos hombres humildes y les ayudan a
curar la tierra del terrible mal y les ayudan a organizar una nueva sociedad
comunitaria en donde reina la justicia y la bondad.
Pero todo había sido un sueño. El toque de
queda ha despertado al pueblo, que justamente está luchando contra la opresión.
En la céntrica plaza habla un dirigente, que encarna lo más avanzado de la
vieja sociedad, ahora habla de un mundo nuevo, ideal, como la del sueño, en eso,
cien balas de los militares ahogan en
sangre su juvenil vida.
Veamos brevemente el contexto histórico en
el que se concibió el cuento.
En
el Perú se ha dado un nuevo golpe de Estado la Junta Militar (Ago-1975), y la
encabeza Morales Bermúdez, que en Julio de 1976, encarcelará a los mejores
hijos del pueblo peruano. América Latina está plagada de sanguinarias y genocidas dictaduras militares: Alfredo
Stroessner en Paraguay, Augusto Pinochet en Chile, Rafael Videla en Argentina,
y en Brasil y Bolivia se suceden una tras otra las dictaduras militares más represivas.
Todas ellas apoyadas por los gobiernos de Estados Unidos de Norteamérica, hoy
para nadie es un secreto.
Y ahora, aquí en Europa, concretamente en España ¿Por
qué viene a cuento
este cuento? Simplemente por su extraordinaria
vigencia, por la crisis europea, ya que en el centro está la gran
propiedad de los Mercados, de los Bancos Mundiales, de los Estados, de las Multinacionales,
de los Paraísos Fiscales, es decir, de
todo el sistema. Y de otro lado, la histórica lucha de los trabajadores, de los
pueblos europeos contra la barbarie. Por ello es que transcribo íntegramente el
cuento.
LOS
HOMBRES SE MIRARON
I
La esfera, bañada de gases radioactivos,
flotaba en el infinito. Por uno de sus puntos tangenciales los miserables
huyeron en naves siderales.
Escombro y tristeza en la tierra, llanto
ancestral de centenas de civilizaciones perdidas. Pero la lúcida inteligencia
humana ha sobrevivido al horrendo desastre. Lo más cualitativo de la masa llora
y piensa en la noche oscura.
Cuando vuelve la luz, un sol incandescente quema el desastre
ocasionado por los monstruos infernales. Manos crispadas que se juntan se
levantan. La soledad es inmensa. De pie en la superficie terráquea, los
millares de sobrevivientes se miran las pupilas.
La distancia es relativa en todos los
aspectos. El mundo es más unido. Los continentes están casi juntos y en todos
ellos hay vida humana. Por la vasta experiencia concentrada el pensamiento se
hace clarividente y uniforme, otro porcentaje de las facultades mentales
dormidas se despiertan. El hombre prolongación del cosmos, se hace más
consciente de su dialéctica. Su práctica y teoría siderales son razonables,
justas y morales.
Una voz en el infinito clama:
--¡Curemos a la Madre Tierra!
Espíritus celestes responden:
--¡Mis amados esa es tarea nuestra!
Otras voces sonoras dicen:
--¡Analicemos las causas de la degeneración
humana!
La gran inteligencia revisa el monumental
archivo de las civilizaciones perdidas. Del cielo energía inteligente
intercambia ideas. La tarea es ardua, pero al fin cumplida.
La Magna Asamblea se reúne, hay alegría y
orden.
Voces cósmicas exclaman:
--¡LA
PROPIEDAD PRIVADA HA SIDO EL PADRE Y LA MADRE DE TODOS LOS MALES!
_¡¡¡SIIIIII!!!-
retumban voces astronómicas.
La tierra se remece, espíritus demoníacos
pretenden invadirla; pero son carbonizados por la luminosa atmósfera del bien.
La Asamblea continúa.
Otras voces:
--¡Verdaderamente
la propiedad privada ha sido el pecado original y capital de las
civilizaciones. Ella engendró las clases sociales, la explotación, la miseria,
las guerras, la opresión y todos los males a los hombres y a los pueblos!
Más voces:
--¡También
incentivó la corrupción, la avaricia, el vicio haciendo del hombre un ser
egoísta, ambicioso, sanguinario, predisponiéndolo a todos los extremos de
miseria moral!
Otras voces:
--¡La
propiedad, al ser madre de la explotación, acarreó la desigualdad: Riqueza y
Pobreza y todas las maldades imaginables!
Y otras:
--Muchas
enfermedades originó. A un pueblo oprimido le nacen en masa hijos
multi-enfermos: de su organismo desnutrido, de su siquis, de su espíritu, de su
alma...
Y acordaron unánimemente:
"EXTERMINAR
EL TUMOR MALIGNO DE LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA"
II
¿Cómo organizar la humanidad? Era el
siguiente punto de la Gran Asamblea.
La voz cósmica dijo:
--¡¡¡SERÁ
UN SISTEMA COMUNITARIO DE EQUIDAD!!!
_¡¡¡SIII!!!-
respondieron!!!
La sapientísima masa humana ve la naturaleza
como lo más sabio y armonioso. Cuánta ciencia y belleza hay en una molécula de
agua, en un pétalo de rosa, en un canto de un pájaro y en el corazón de una
madre...
Y mientras en lontananza se escucha la
encantadora música del cosmos, voces exclaman:
--¡NOS
ORGANIZAREMOS COMO EL MARAVILLOSO MUNDO DE LAS ABEJAS, PERO ELEVADO A LA
ENÉSIMA POTENCIA!
--¡¡¡SIII!!!-
contestaron- en nuestra organización comunitaria debe florecer el hombre
integral con capacidades físicas, síquicas y espirituales que lo encaminen
hacia su perfección total!!!
--¡¡¡Verdad!!!-
dicen- su estructura mental es fantástica. Se puede hacer de él un genio del
mal o del bien; con el amplio conocimiento experimentado el hombre comprenderá
que la senada del bien es la correcta. Aunque el justo camino no descarta el
conocimiento del mal, pero jamás su aplicación. Este pecado capital, cual
apéndice, marcará al hombre a través de los tiempos!!!
--¡¡¡SIII!!!-
manifestaron- el hombre ha purgado millones de años como fino diamante. Con
nuestra comuna equitativa algún día será hermoso, pues tendrá belleza física, intelectual,
estética, moral y mística. El hombre es tiempo, es espacio, es multitud. Su
llanto y su dolor tan ancestrales son relativos, fue el drama de infinitos
mundos que hoy viven en otras dimensiones de felicidad. Allí, todos los seres
se aman y el hombre conversa con el pájaro y el puma, con el desierto y el mar,
con el átomo y sol, con el viento y la flor...!!!
--¡¡¡Cierto!!!-
dijeron- hacia esas formas de vida marchamos!!!
Y, de nuevo, los hombres se miraron las
pupilas cristalinas y todas sus compañeras concibieron. Escuché coros
angelicales que asistían al parto sin dolor, y de pronto, vi que nacían
hermosísimos niños con radiante alegría. Y escuché una voz universal que dijo:
--¡¡¡HAYA
LUZ!!!
Y HUBO LUZ.
Y todo fue bueno. Entonces los hombres vivieron en paz, amor y
felicidad.
III
El ruido estridente de una sirena recordando
el toque de queda interrumpió mis fantásticos sueños. Era madrugada. En mi
lecho, mi compañera y mis hijos dormían. La radio en voz baja anunciaban la
guerra. Los pueblos oprimidos son desangrados por el gran flagelo. El hambre y
la miseria cunden; mientras la explotación, la opulencia y el vicio crecen cual
sombras siniestras. Los gobiernos corruptos en complicidad con los buitres
externos saquen las riquezas nacionales y reprimen a los pueblos esclavizados
que como incansables hormigas, luchan. A lo lejos se escuchan disparos. El sol
ha vuelto. En las calles hay movimiento. El pueblo se prepara para la batalla.
La espada del enemigo es filuda y cobarde. Después de porfiados forcejeos el
pueblo se ha congregado en su plaza. Están a la cabeza los hombres que forjan
el acero. Los vampiros cercan la plaza con todo su material de guerra. Están
sedientos de sangre. La multitud lanza juramentos. El sistema, todo, tiembla.
Alcanza tribuna un hombre de bronceada belleza, parece de acero. Sus palabras
sencillas son flechas que van al corazón de la bestia. Ahora habla de un mundo
nuevo, de la sociedad de mis sueños... La multitud se mira... y vibra. Las bestias heridas preparan la
matanza. Suenan sirenas y el fuego y la pólvora son vomitados con odio salvaje.
Cien balas dan en el pecho blindado del luchador de acero. Quedan desafiando al
tiempo sus últimas sentencias:
¡Las bestias salvajes podrán
al hombre matar,
podrán al humano
convertir en pus;
pero jamás comprenderán
que no se puede
sepultar la luz!
Publicado en Piura, en el verano de 1980.
NMS