—Padre, ¿cuál es la actividad más selecta del hombre?
—Piensa tú mismo, hijo.
—Será comer, padre, porque sin alimento el hombre moriría.
—Lo siento; recuerda que hasta los animales más minúsculos comen, beben, duermen y se reproducen.
—Entonces será hablar, ningún otro ser lo puede hacer.
—Vas bien encaminado, hijo, pero hasta el hombre más insensato puede decir bla, bla, bla.
—Tienes razón, padre. Entonces será cantar, sólo los seres superiores sienten la música.
—Hay muchos pájaros, hijo, que cantan y trinan como los ángeles. Te doy una pista. El hombre para hacer algo de cuidado. ¿Qué hace primero?
—Ya sé padre: ¡Pensar es la actividad más selecta del hombre!
—Efectivamente, hijo. Pensar es la actividad por excelencia del hombre, aunque muchos la utilicen elementalmente. Si se pensara antes de actuar, cuántos agravios, muertes, guerras y matanzas se evitarían en el mundo. Si se supiera pensar, la humanidad sería más fraterna y el mundo sería más hospitalario.
(Del libro La Gota de Agua en la Roca).
NMS
Alcalá de Henares, invierno de 2018.
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