DIÁLOGO: EL BURRO Y EL MONO (*)
A mi entrañable amigo Martín Vite Bautista,
maravilloso artista del pueblo.
maravilloso artista del pueblo.
IV
Sigue el Burro
en su elocuencia:
—Te propongo en consecuencia
ver nuestra seguridad
tiene que ser de inmediato;
pues si no hay la providencia
el peligro es mal innato
que sorprende con crueldad.
—No me había dado cuenta
que en tu lomo voy subido
y tú no eres de este medio.
—Hagamos el plan debido
y pongamos el remedio
para enfrentar la tormenta.
—tenemos muchos hermanos
que avisan de la amenaza
cuando por doquier asecha:
desde el zorrito que caza
a la cebra que retrecha,
al sapo de los pantanos,
los pájaros con sus trinos
delatan a los felinos
y todo ser desvalido
cumple con su cometido.
—¿Sabrás tú de esa señal
cuando el peligro es latente?
¡Si vas como un pavo real
con tu figura imponente!
—Já, já, já, hermano burrito,
con la vida no jugamos
las señas están impresas
en nuestras duras cabezas
y así esté en un dulce rito
la alarma la desciframos.
Y sabemos con certeza
por donde el peligro viene
puede ser desde la tierra,
una fiera en la maleza;
desde el aire se sostiene
la audaz águila que aterra;
desde el agua una serpiente
que aparece de repente.
O del gigante árbol viejo
nos avisan las abejas
de una araña venenosa
escondida en sus madejas,
se pone alerta el cortejo
para huir de la que acosa.
—¿Y entiendes ese lenguaje
de especies muy diferentes
en el ruido del paisaje
por más que tú te concentres?
—Estamos acostumbrados
a esa clase de bullicio
y saber tener el juicio
para que sean descifrados.
—¿Qué haremos, hermano Mono,
si la señal nos avisa
que una fiera nos ataca?
¿Saltarás tú muy de prisa
haciendo pura alharaca
dejándome en abandono?
—Mi hermano, qué compromiso
me planteas con razón
es como espinoso erizo
que me punza el corazón.
La ley de la selva es dura,
la vida pende de un hilo
no es ninguna cobardía
tener que huir a la espesura
si la muerte con sigilo
te mata con villanía.
—¿Permitirás que la fiera
me descuartice con furia
mientras saltas la barrera
ya sin ninguna penuria?
—¡Qué puedo hacer con el malo
que sin piedad te destroza,
solo trepar en el palo
como el humilde en su choza!
Cuántas veces vi a mamás
con sin igual heroísmo
enfrentarse al sanguinario
para salvar a sus crías.
Cuánta congoja si estás
tú como un manso canario
viendo hijo y madre en sangrías
en fauces del salvajismo
sin salir al escenario
por enfermo debilismo
y tamañas cobardías.
—Por eso hay que ser prudente
y cuidar la vida entera,
el peligro es inminente
y ser sereno en el tema
con un plan inteligente
y una hábil
estratagema
sorprendamos a la fiera
con algo que no lo espera.
—¿Cómo es eso, hermano Burro,
a tu ingenio yo recurro?
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Nota
muy importante:
La publicación del Diálogo: El Burro y el Mono se hará en
su totalidad en vía digital o en papel. Muchas gracias a los fieles lectores,
abrazos inmensos.
Alcalá de Henares, invierno de 2019.
(*)
Cuadernos de NMS: Diálogos.
(**)
Ilustración de Martí Vite Bautista.