jueves, 8 de noviembre de 2018

DIÁLOGO: EL BURRO Y EL MONO






DIÁLOGO

EL BURRO Y EL MONO 



PRIMERA PARTE






                    Para mi querido sobrino, el doctor Salvador Masías Atarama,

por su buena ciencia y su buen trato con la gente.




Estaba en la selva el Burro

cuando se le acercó el Mono:


—Amigo quiero montar

a tu voluntad recurro

llévame en tu recio trono

como un rey a festejar

y te doy unas bananas

de las que están más cercanas.


—Ya que te quieres pasear

para hacer puras monadas

y de tu ingenio alardear

haciendo dar carcajadas

pues me pagas con granadas. 


—¡Trato hecho, querido amigo,

te buscaré las mejores,

sé que hacen bien para amar!

¿Pero qué pasa contigo

es que sufres mal de amores

y no me quieres contar?

¡No, en eso tú eres campeón,

no creo que por mis temores

te hayan roto el corazón!


—No me gusta tu estribillo

siendo de baja calaña

es como un sucio gatillo

que dispara la cizaña.

Yo sé guardar mi reserva

en el tema que es privado

tú consigue ese bocado

si lo dicho se conserva.


—No está en mi ánimo ofenderte

eres un burro sensato,

y ahora conforme al trato

me monto en tu lomo fuerte.


—La fruta me das primero

no sea que en la alegría

y en medio del aguacero

bien paseado todo el día

te pongas de ánimo fiero.


—Mi conducta no es astuta

por eso voy por la fruta

espérame aquí un momento

que te traigo el alimento.


—Me encanta tu proceder

así marchan los amigos

no actuando como enemigos

sino con buen entender.


   El Mono cual lagartija

trepa y trae con premura

la fruta madura y roja.

El Burro se regocija

con la miel de su dulzura

que ha su paladar le antoja.


—Amigo a cabalgar

sostente bien de mis crines,

que hasta el hombre en su pensar

los usa para esos fines.


—¡Por Dios santo es una gloria

pasearse de esta manera

ni un mono en toda su historia

ha puesto así su bandera!


—¡Mono, amigo, con prudencia

es mejor la sencillez

que así se imparte docencia

contra tanta insensatez!


—Andar sentado en tu lomo

es lo que me sobrepasa

sentirse como un Rey Momo 

glorificado en la masa.




               

—Al cielo se glorifica
por su poder infinito;
¿un mortal qué significa
siendo un ser tan pequeñito?

—¡Ves! Todo el mundo me admira,
hasta el malo del gorila,
que le parece mentira
que cabalgue como Atila.

—Amigo, es una ilusión
lo que durará el paseo;
éste es tan solo un recreo,
luego vas a tu función.

—De esta manera quisiera
yo vivir toda la vida;
te pago con la comida
si me sirves de primera.

—¡Yo soy Burro en libertad,
no me interesa tu oferta!
Ser libre es mi gran deidad,
¡por mi madre que está muerta!

—No he querido someterte,
solo un trabajo decente;
me sirves como valiente
y puedes entretenerte.

—Esa es esclavitud pura,
el que monta es un tirano,
haciendo la vida dura
con un trato inhumano.

—Seré alma considerada,
te daré doble ración,
por la noche tu escapada
con tu burra de ocasión.

—Amigo, no has entendido,
no altere usted mi paciencia,
que hasta un santo bendecido
estalla con la imprudencia.

—Amigo Burro, disculpe,
ya comprendí su postura;
es piedra que no se esculpe,
y presionarlo es locura.

—Me alegra que me comprenda,
podemos seguir charlando,
mientras usted va paseando,
yo libre de toda rienda,
en la selva caminando…

Fin de la primera parte.


Continuará.



Alcalá de Henares, otoño de 2018


NMS

Cuadernos de NMS: Diálogos.

 Ilustración de Martín Vite Bautista



2 comentarios:

Unknown dijo...

MUY BUEN CONTENIDO Y BRILLANTE LA ESTRUCTURA, ESTO ES BELLEZA PURA.

nicolas masias dijo...

Un abrazo inmenso mi entrañable amigo Unknown por su magnífico comentario.

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